miércoles, 22 de julio de 2009

EL RUIDO ENEMIGO NUMERO UNO DE LAS BIBLIOTECAS

Vivimos en un mundo lleno de ruidos, que aparentemente parecen ya inseparables de nuestro cotidiano vivir, el problema los hábitos culturales y el crecimiento tecnológico han contribuido de mejor manera a una mayor degradación acústica del medio.

Es difícil explicar con certeza el significado de ruido, si bien está relacionado con conceptos de sonidos desagradables e incluso perjudiciales para quien lo percibe, ocasionando sensaciones de malestar, de ahí que muy acertadamente todos los animales ante la presencia de ruido huyen.
El hombre no es una excepción, la civilización moderna somete al ser humano a innumerables servidumbres, y una de ellas es la de soportar un nivel de decibelios que alcanza en ocasiones porcentajes alarmantes y hasta perjudiciales para la salud. Sin duda alguna el mundo moderno ha transformado radicalmente la contaminación acústica, convirtiéndose en el enemigo número uno de agresión ambiental.

Su efecto acumulativo no perdona, las personas afectadas hablan de intranquilidad, inquietud, depresión o rabia, todo esto difiere con la definición de SALUD “Un estado de completo bienestar físico, mental y social, no la mera ausencia de enfermedad“.
Por lo tanto es evidente que la exposición al excesivo ruido influye negativamente y en ciertos casos las consecuencias serán duraderas por ejemplo: la sordera, afecciones cardiacas, ... en fin un tema que merece un espacio mucho más amplio.

La presencia de ruido en nuestro entorno es un hecho tan común que raramente identificamos todos sus efectos, el ruido es con seguridad uno de los riesgos laborales más extendidos y menos considerado que puede limitar nuestra salud de manera irreversible.

Si bien estar inmerso laboralmente en entornos cerrados sean estos: teatros, museos, archivos, bibliotecas, etc.. proporciona experiencias agradables, igualmente el riesgo de daños causados por el ruido es inquietante, especialmente en el sector pedagógico, porque no tiene solo que ver con el nivel acústico sino también con la duración de la exposición a dicho ruido; Es igual que este provenga de maquinas o de otras personas. El ruido perjudicara nuestra salud.

Una demostración bastante sencilla del problema acústico que tienen las Bibliotecas son las directrices de la OMS, en donde recomienda un nivel de ruido de 30 Db. para interior de Bibliotecas en silencio. El ruido permanente cuanto más alto es el nivel de ruido y más tiempo se esté expuesto, mayor será la probabilidad de sufrir perdida de capacidad auditiva.

Vivimos en un mundo lleno de ruidos, que aparentemente parecen ya inseparables de nuestro cotidiano vivir, el problema los hábitos culturales y el crecimiento tecnológico han contribuido de mejor manera a una mayor degradación acústica del medio.

Es difícil explicar con certeza el significado de ruido, si bien está relacionado con conceptos de sonidos desagradables e incluso perjudiciales para quien lo percibe, ocasionando sensaciones de malestar, de ahí que muy acertadamente todos los animales ante la presencia de ruido huyen.
El hombre no es una excepción, la civilización moderna somete al ser humano a innumerables servidumbres, y una de ellas es la de soportar un nivel de decibelios que alcanza en ocasiones porcentajes alarmantes y hasta perjudiciales para la salud. Sin duda alguna el mundo moderno ha transformado radicalmente la contaminación acústica, convirtiéndose en el enemigo número uno de agresión ambiental.

Su efecto acumulativo no perdona, las personas afectadas hablan de intranquilidad, inquietud, depresión o rabia, todo esto difiere con la definición de SALUD “Un estado de completo bienestar físico, mental y social, no la mera ausencia de enfermedad“.

Por lo tanto es evidente que la exposición al excesivo ruido influye negativamente y en ciertos casos las consecuencias serán duraderas por ejemplo: la sordera, afecciones cardiacas, ... en fin un tema que merece un espacio mucho más amplio.

La presencia de ruido en nuestro entorno es un hecho tan común que raramente identificamos todos sus efectos, el ruido es con seguridad uno de los riesgos laborales más extendidos y menos considerado que puede limitar nuestra salud de manera irreversible.

Si bien estar inmerso laboralmente en entornos cerrados sean estos: teatros, museos, archivos, bibliotecas, etc.. proporciona experiencias agradables, igualmente el riesgo de daños causados por el ruido es inquietante, especialmente en el sector pedagógico, porque no tiene solo que ver con el nivel acústico sino también con la duración de la exposición a dicho ruido; Es igual que este provenga de maquinas o de otras personas. El ruido perjudicara nuestra salud.

Una demostración bastante sencilla del problema acústico que tienen las Bibliotecas son las directrices de la OMS, en donde recomienda un nivel de ruido de 30 Db. para interior de Bibliotecas en silencio. El ruido permanente cuanto más alto es el nivel de ruido y más tiempo se esté expuesto, mayor será la probabilidad de sufrir perdida de capacidad auditiva.
TABLA DE DECIBELIOS MAXIMOS EN LUGARES PUBLICOS ( DbS)
Hospital - 25
Biblioteca - 30
Escuela - 40
Oficina- 45
Restaurante - 55
La combinación de todos los factores anteriormente descritos aclara que el ruido permanente en el trabajo, incluso en niveles muy bajos afecta al sistema cardiovascular por su relación con el estrés y el incremento de la tensión. Ocasionando el denominado estrés laboral.

El ruido es el contaminante más común, y no por ello debe de hacerse a un lado, debemos tener muy claro que cualquier sonido molesto para alguna persona debe de ser analizado, ya que refleja que está afectando a su actividad este en el lugar que este.

Existe una falsa y generalizada creencia muy extendida que el ruido es un mal con el que uno tiene que aprender a vivir e incluso a trabajar, lo que ha generado enfermedades laborales ocasionando altos gastos económicos por concepto de pensiones de discapacidad y de rehabilitación